lunes, 1 de junio de 2009

Reseña histórica de Extremadura

Extremadura es tierra en la que existieron y coexistieron pueblos prehistóricos. Su existencia puede ser comprobada en las grutas de Maltravieso, en la zona de las Villuercas, Alange y por los numerosos dólmenes existentes en la región, principalmente el de Valencia de Alcántara y el majestuoso de Lácara.

Tras esta época, fueron los tartesios, celtas, romanos, visigodos y árabes quienes depositaron su cultura y carácter en Extremadura, al mismo tiempo que enriquecían su patrimonio artístico.

Entre estos pueblos, el romano fue el que tuvo mayor influencia, desde la fundación en el año 25 a. C. de Augusta Emérita (Mérida), emporio de cultura y riqueza, capital de la extensa provincia de la Lusitania.

Aquel esplendor romano se apaga cuando a principios del s. V los alanos conquistan Mérida, que pasa a poder ser de los suevos para finalmente depender del reino visigodo de Eurico.

Los mahometanos, capitaneados por Muza, conquistan Extremadura. La dominación árabe no potencia un gran desarrollo cultural en estas tierras, sino eminentemente guerrero. Muestra de ello son los vestigios conservados, que principalmente se refieren a construcciones militares.

Al finalizar el proceso de Reconquista por el rey Fernando III el Santo la región nace con su nombre actual. Se llama Extremadura a las fronteras de los reinos cristianos con los musulmanes. De todas estas fronteras sólo el de nuestra tierra se convirtió en nombre propio. Extremadura vivió como una unidad hasta que en 1833 se hizo la división administrativa en dos mitades. De este amplio periodo de Reconquista arrancan las 3 diócesis extremeñas (Badajoz, Coria, Plasencia) y las dos Órdenes Militares que iban a tener enorme importancia en la región, la de Alcántara y la de Santiago.

En el periodo que transcurre desde Fernando III a los Reyes Católicos la vida en Extremadura fue una continua lucha de banderías. Las rencillas locales de los grandes linajes se enlazaban en los cismas de las Órdenes Militares y se recrudecían con las disputas dinásticas.

En estas tierras donde a raíz del resultado de la batalla de la Albuela, Isabel y Fernando se asientan firmemente en el trono.

Tras estas circunstancias no quedaba más que la conquista de Granada y el regreso de Colón de América para que comenzase el nombre de Extremadura, el de sus ciudades y sus hombre a formar parte de la historia universal.

Hijosdalgos, aventureros y frailes, lanzados a la aventura de la colonización de América, adquieren la personalidad que trasladan a la tierra de la que eran oriundos.

El devenir del tiempo arrastra a Extremadura progresivamente al abandono político y económico que produce el olvido. Es ahora cuando, con una personalidad histórica y política, el pueblo extremeño vuelve a jugar un papel destacado en la vida de España.

4 comentarios:

  1. Me ha encantado, sobre todo porque nunca he tenido claro de dónde provenía el nombre de Extremadura.

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  2. A mí porque no tenía mucha idea de la historia de Extremadura.

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  3. La verdad es que lo considero interesante para todos nosotros y los que vengan de fuera.

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